Translate

"EL SECRETO DEL ÓPALO" ESTÁ PROTEGIDO

Licencia de Creative Commons
ElSecretoDelÓpalo by Sb is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://historiasininaguales.blogspot.com.es/.

domingo, 11 de mayo de 2014

Mi Ángel

Capítulo 1 : El principio del final

-Gracias Nathaniel – le dije después de unos minutos de silencio.
-D-de nada Sara ¿Pero...? ¿Por qué llorabas?-Dijo con nerviosismo
-Lloraba por que todos me llamaban monstruo...- dije mirando hacia abajo
-Pero tú no eres un monstruo eres un ángel. -Me volvió a repetir

-Le devolví la sonrisa, mientras le solté la mano.-

-Nathaniel... ¿Puedo llamarte Nath?
-Claro... - dijo ruborizándose.
-Nath ¿Sabes algún lugar para donde pueda vivir?
-¿Eh? ¿Por qué? - me dijo confuso
-Digamos que me peleé con mi familia y no quiero volver...
-Ahh...sé lo que se siente...pero...lo siento no conozco ningún lugar donde te puedas quedar...

-Yo le mire triste, él no entendía por lo que yo había pasado.-

-¡Ya sé! ¡Puedes quedarte en el orfanato que está cerca de aquí! Siempre están “adoptando” niños.
-¿Un orfanato...? No estoy segura de ello...-
-Bueno, pues no haberte escapado.-

-Le fulminé con la mirada pero pensé que sería mejor no decir nada.-

-Nath ¿Qué haces aquí? Serán como las 4 de la mañana...-Dije cambiando de tema
-Bueno...digamos que yo también me he peleado con mi familia...
-¿Así? ¡Qué casualidad! - dije sonriendo.

-Sentí como mi cuerpo pesaba más y como mis párpados se cerraban y se abrían continuamente,estaba demasiado cansada.-
-¿Estas bien? - dijo Nath preocupado pero aún así, note como a él también se le cerraban los ojos del cansancio.
-Solo...estoy... un poco cansada...

-Los dos nos caímos al suelo aun un poco húmedo, nos intentábamos levantar pero nuestro cuerpo lo impedía, nos miramos unos minutos y nos reímos. Yo me acurruque en suelo blando, pero estaba demasiado frío,  al parecer Nathaniel se dio cuenta y me dio su chaqueta.-
-Gracias – le dije mientras me dormía
-De nada....mi ángel.-
-Creo que escuche decir a algo pero no preste atención, me quede dormida junto a mi nuevo amigo  Nathaniel y podía notar como antes de dormir en mi cara había una gran sonrisa a pesar de todo.-

-Después de aquel día Nathaniel y yo fuimos grandes amigos,  cada día quedábamos bajo aquel árbol donde nos encontramos por primera vez. A los 7 años aún seguía en el orfanato  que me indicó Nathaniel. Gracias a las monjas, tuve una buena educación a pesar de no haber asistido a la escuela. Nadie quiso adoptarme en los años que estuve en aquel orfanato, aunque eso no  me importó. El orfanato era como mi nueva casa y las monjas mis padres, había aprendido y visto tantas cosas en ese sitio...-


-Poco a podo conocí nuevas cosas sobre Nath por ejemplo que sus padres son muy estrictos y que tiene una hermana que es una bruja (liberalmente). Nath, fue la única persona con quien he confiado incluso más que mi hermana Luna, a veces me preguntaba que le había pasado a ella y a mi madre pero cuando estoy con Nath se me olvida todo lo demás.-

-Pasaron 9 años cuando me fui de el orfanato para vivir en un ático que antes utilizaban las monjas, por suerte también encontré trabajo como repartidora de periódicos. Me levantaba muy temprano, pero eso no me importaba. A veces cuando salia a la calle algunos me conocían como “aquel monstruo” al principio me dolía pero acabe ignorándolo por completo. -

-Ya no me importaba lo que dijeran sobre mi, con el paso del tiempo mi carácter cambiaba poco a poco: En vez de ser alegre y risueña, era fría y distante. Nathaniel también cambio, ya no era un niño rebelde y cariñoso conmigo, se convirtió en un “don perfecto”. -

-Incluso cuando pasaba por mi antigua casa me entraba ganas de volver...pero algo me lo impedía quizá el dolor de aquel día, o solamente el deseo de ser libre.-

-Aparte de todo esto era feliz. He de admitir que gracias a Nathaniel conseguí ser libre y saber lo que es reírse o como ser feliz con un simple helado de caramelo. Hasta me matricule en un instituto público llamado “La Girola” pero la felicidad...no me duro mucho.-

-Cuando volvía del instituto, pensé en comprar algunas cosas. Se me hizo bastante tarde, ya que cuando salí del súper era de noche. Todo iba normal, iba tranquila por el camino hasta que...vi a mi hermana. -

-Su pelo era inconfundible, era de color negro como el azabache y tal largo que le llegaba hasta las caderas, casi ni se podía distinguir entre la noche, pero eso no era el asunto. Ella estaba intentado sacar un refresco de una expendedora de refrescos, le daba patadas, puñetazos pero sin éxito. Me acerque a ella para intentar sacar conversación o al menos ayudarla a sacar el refresco.-

-Si sigues así vas a romper la expendedora.-
-Que se rompa ¡Solo quiero mi refresco! - dijo sin mirarme aun, me fije en que ella también tenia puesto un uniforme como yo, solo que el suyo era de un colegio privado bastante conocido pero no le di gran importancia.
-Déjamelo a mi.- Me aleje un poco para coger carrerilla, me acerque corriendo y le di una patada a la maquina, acto seguido se pudo escuchar como se caía el refresco.-
-Vaya, muchas gracias la próxima vez utilizare ese truco.-Dijo dándose la vuelta, por fin pude ver su cara, era pálida como yo pero sus ojos eran de color azul claro parecía amigable pero en sus ojos pude notar tristeza.-
-¿Qué? ¿Tengo monos en la cara?
-No... ¿No te acuerdas de mi?
-¿Acordarme de ti...? Lo siento pero... no me suenas...-Dijo tocándose la barbilla mientras me miraba de arriba a abajo.-

-Di un gran suspiro, no era de extrañar cuando nos separábamos ella tenía 10 años y ya habían pasado 9 años desde entonces...-

-¡Ah! - dijo de repente
-¿Ah? - dije confusa
-¡Ah! ¡Ah! - dijo de nuevo
-¿Ah? ¿Ah? - le repetí, parecía un juego y todo
-¡Sa! ¡Sa! 
-¿Sa? ¿Sa? ¿Pero tu que te has tomado?-Dije asustándome
-¡SARAAAAA! - casi me dejo sorda del grito
-¡Aaaah! ¡En serio tu que te has tomado! ¡Si antes no te acordabas de mi!-Dije retrocediendo unos pasos hacía atrás.-
-Lo pone en tu mochila...- me dijo señalando donde tenía el nombre puesto “Sara Blue”.-
-¡Ahh! ¡Mamaaaa!¡Tenia que visitarla hoy!-Continuó
-¿Mamá? ¿Cómo esta mamá? Pensé que ella estaba...
-Sigue viva por ahora...
-¿Por ahora?-Dije con ojos de tristeza.-
-Si..está en estado critico...¡Ah! ¡Tengo una idea ven conmigo! 

- Me cogió de la mano y me arrastró hacia el hospital que había no muy lejos de aquel lugar. Entramos en el hospital y ella de nuevo me volvió arrastrar hacia  la puerta de la habitación donde estaba mamá.-
-¿Sabes? Mamá te hecha de menos desde....aquel día...se pasa los días llorando o con la mirada perdida en la ventana y se me a ocurrido llevarte hasta ella después de tantos años... al menos quiero que la veas antes de que se vaya...- me lo dijo con una sonrisa y más tranquila.-
-Vale, pero...
-Nada de peros ve y habla con ella.- Me dio un empujón entrando en la habitación.-

-Allí estaba, tumbada en la camilla con la mirada perdida en la ventana, tal como dijo Luna. Mi madre era igual de bella como la recordaba tenia la piel pálida y unos ojos profundos y grandes de color verde claro, como los míos. A diferencia de mi hermana y yo ella tenia el pelo castaño oscuro.-

-¿Mamá? - dije tímidamente
-¿Eres tú Luna? - dijo sin mirarme, su voz era  dulce y serena, añoraba tanto su voz...
-No, no soy Luna, soy... Sara...
-¿Sara...? - dije mirándome rápidamente,  se le caían las lágrimas de solo verme.
-Si, soy yo mamá....- dije derramando lágrimas... no pude evitarlo corrí y la abrace.
-¡¡Mamá te echado tanto de menos!! - dije sin poder parar de llorar.
-Yo también te echado de menos...pero vienes en mal momento... - deje de abrazarla y me senté en la silla que había al lado.
-¿Cómo que en mal momento? - se lo dije mientras me secaba las lágrimas.
-Me queda poco de vida... - dijo con la mirada perdida.
-¿¡Qué?! - no me podía creer lo que me estaba pasando después de  años sin verla, la tengo que volver a perder...-
-Verás... el día de incidente sufrí demasiadas heridas tanto físicas como emocionales...he estado interna durante muchos años...pero eso no me importa...Ya he cumplido mi último deseo y ha sido poder a volver a verte.-.
-¡No pasa nada! ¡Disfrutaremos lo que podamos!-Dije llorando como nunca
-Sara...por favor ya no hay vuelta atrás...
-Mamá...
-Sara yo te quiero, nunca quise hacerte pasar por todo eso yo..yo soy una mala madre.-Dijo llorando.-
-No digas eso...por favor...no eres una mala madre, ese hombre...ese hombre si que era el malo, mamá.-Dije sosteniendo su mano firmemente.
-Pero yo lo elegí y no supe detenerlo en cuanto te acuso llamándote monstruo...Hija quiero que tú sepas, que no eres un monstruo...TÚ eres un ángel....-
-No eres la culpable te lo digo de nuevo, no lo eres. Por favor, mamá cálmate.
-Mi madre se estaba poniendo cada vez más negativa y no entraba en razón...a este paso le podría dar algo.-

-No hija, son una mala madre...merezco morir...yo...-Comenzó a llorar desesperadamente y el marcador de los pulsos de su corazón empezaba a ir más rápido y a emitir pitidos continuos. Me levanté tan rápido como pude y toque el botón de emergencia, dos veces, tres, cuatro, cinco...pero...nadie venía.-

-Entonces los pitidos cesaron y con gran temor me di media vuelta, la miré fijamente y me acerque cuidadosamente, tenía miedo, mucho miedo.-
-¿Mamá? ¿¡Mamá?! ¡¡¡MAMAAAAAAA!! - grite y grite pero ella no movía ningún solo músculo, entonces en cuanto le cogí la mano, me rendí. Estaba muerta.-

-Cruce los brazos encima de la cama y me puse a llorar descontrolada. Los médicos entraron y al ver la escena taparon el cuerpo con una sábana blanca mientras me daban las condolencias ¿Dónde estaba mi hermana entonces? No lo sabía. Tan solo quería despertar de esta pesadilla continua.-

-No tardaron venir unas 4 enfermeras que no sabían si echarme o irse para dejarme a solas, 3 de ellas eligieron la última opción.-

-Con cuidado la 4 me cogió y apartó de la cama dándome las condolencias y con sigilo se llevaron a mi madre a la morgue. Se la llevaron...de nuevo me la quitaron...y no pude hacer nada igual que hace 9 años. Soy una inútil  ¿Por qué? ¿¡Por qué a mi?! era lo único en lo que pensaba.-

-Después de aquel día mi hermana y yo , nos comportábamos distantes. Ella me contó que su padre también murió en un accidente hace 2 años después de que me fuera. Desde entonces ella se quedo en un pequeño internado en las afueras y que a cada cierto tiempo venia aquí para recordar su infancia. Hablábamos muy poco entre las dos, poco a poco nuestra relación mejoro pero, creo que nunca volveremos a tener la misma confianza que teníamos de pequeñas.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Etiquetas