La historia del Secreto del Ópalo y todo su contenido esta totalmente protegido, por lo que no podéis plagiar la historia. Si lo hacéis, no dudéis en que os denunciaré.
-Hace
exactamente 10 años en una pequeña ciudad de Londres algo ocurrió,
algo temible y asombroso.-
-Una
niña pequeña sollozaba sin parar en medio de un salón que ardía
poco a poco. El fuego acechaba a la niña sin que esta se diera
cuenta, ella solo estaba atenta al cuerpo fallecido de su padre que
descansaba en paz. Entre las llamas se podía ver otro cuerpo, era el
cuerpo de su madre, estaba herida e inconsciente... La niña no podía
hacer nada, solo esperar que las llamas le devorasen...Se sentía
sola e indefensa, no sabia que hacer, mientras las llamas se
acercaban sigilosamente a la familia lo único que hacia la niña era
llorar. Pero no estaba sola ni mucho menos, había alguien, y ese
alguien destrozaría la infancia de la pequeña niña.-
-Se
podía ver la sombra de una esbelta figura que andaba sobre las
llamas sin ninguna preocupación. Con cuidado se acercaba a la niña,
la figura tenia una gran túnica que le cubría el cuerpo y parte de
la cara de tal forma que solo se le podían ver sus finos labios. La
niña se dio cuenta muy rápido de la presencia de la figura e
inmediatamente retiro sus pequeñas manos de la cara y retrocedió.-
Era
una niña algo pálida con el pelo corto de color negro como la
noche, sus ojos llorosos de color castaños miraban con miedo a la
figura esbelta que se alzaba entre las llamas. Una vez que la figura
estaba lo suficiente cerca, empezó a conversar con la niña
ignorando a las llamas que la rodeaban poco a poco.-
-Hola
pequeña -Dijo con una sonrisa algo siniestra.-
-La
niña no contesto, es más se alejo de ella.-
-Es
bueno que me tengas miedo, pero si quieres seguir viva te convendría
venir conmigo...-
-La
niña siguió sin contestar, aparto su mirada aterrorizada a su padre
tirados en el suelo.-
-Ya
esta muerto, no puedes hacer nada por él-Dijo mirando a su padre
ya fallecido.-
-...No
es justo -Dijo susurrando
-¿El
que?
-Esto...
mis padres no se merecen esto...-
-La
vida no es justa... -Hubo un momento de silencio hasta que de nuevo
volvió a sonreír pero esta vez con algo de ternura.- ¿Sabes? Me
recuerdas a alguien...Te propongo un trato...si tu unes a mi yo te
salvare la vida.-Continuo-
-...-
-¿No
me contestas? ¡Qué descarada! Vengo a salvarte la vida y no me
dices nada...
-La
niña no contesto y siguió mirando hacia sus padres.-
-Suspiro-Te
sientes un estorbo, por no haber podido hacer nada por ayudar a tus
padres ¿no?-
-La
niña asintió.-
-Estas
harta de que te digan que eres muy frágil, de que eres demasiado
débil y por eso mismo no te atreviste a defender a tu padres ¿no es
así?
-La
niña sorprendida miro hacia la esbelta figura que se alzaba delante
suya.-
-Tu
mirada, tus gestos, dicen todo lo que piensas. Eres muy inocente,
pero tu quieres cambiar, quieres ser fuerte y poder ayudar a los que
quieres. Eso es lo veo en tu mirada y me gusta....-
-La
niña la miro durante unos minutos pero aparto su mirada a un
rincón.-
-Suspiro-
Vale, cambio mi trato si te unes ami, yo te protegeré a tu madre y a
ti -Dijo con una sonrisa con un poco de malicia.-
-La
niña le miro con un poco de curiosidad.-
-Si
tu te unes ami, yo te daré todos mis conocimientos, es decir te haré
más fuerte. ¿No es eso lo que querías?
-La
niña le miro extrañada.-
-Haber,
si te unes a mi tu y tu madre estaréis VIVAS y a salvo...En fin ¿te
unes a mi o te quedas aquí con tu madre al peligro de las llamas del
fuego? -Dijo señalando a la madre de la niña herida y desmayada.-
-...La
niña no tardo en pensárselo...-
-Me
uno, pero con la condición de que no me utilizaras...-
-Chica
lista...-Bufo, con amargura.
-Y
acto seguido todo se esfumo, el fuego que rodeaba a la familia
desapareció mágicamente y en su lugar quedo ceniza y restos
carbonizados. Lo único que quedaba era el cuerpo fallecido del padre
que descansaba en paz. Años después nunca se supo lo que sucedió
con aquella familia, siempre quedo en un misterio, un misterio que no
debe saberse nunca...-
-Años
después ocurrió algo similar en un pequeño pueblo pero esta vez en
Francia. Un joven niño de 6 años miraba traumatizado a sus dos
padres fallecidos, heridos y maltratados...Pero para que lo entendáis
mejor retrocedamos unos minutos atrás...
-
El joven niño se fue a pescar en un pequeño rió como todas las
tardes, aunque él no lo sabia, todo iba cambiar.-
-El niño se paso toda la tarde pescando, una vez que anocheció se dirigió corriendo alegre a su pueblo con un cubo bastante lleno de peces. Una vez que estuvo acercándose al pueblo, vio algo terrible...Unas horribles criaturas salían de su aldea. Eran una especie de cadáveres vivientes con alguna extremidad ausente, se le veían los huesos, sus pieles secan y mugrientas era algo horriblemente asqueroso. Pero el joven niño no se preocupaba de ellos, sino de su familia. Una vez que volvió en si se dirigió corriendo a su casa y en busca de gente que le explicara que estaba pasando.-
-¡¡Papa!!
¡¡Mama!!-Dijo gritando mientras corría y corría, todos habían
muerto lo único que veía sus ojos eran cuerpos sin vida
alguna...Era algo que un niño no debería ver jamas...-
-Unas vez llegando a su casa, y vio a su padres tirados y maltratados...No hay palabras para describir el dolor que sintió aquel niño...-
-Se tiro al suelo y empezó a sollozar de dolor... No se podía creer lo que veía...Sus padres, sus amigos, todo destruido...-
-¿Quién...?
¿Quién se atrevió hacer esto..? ¿Por qué... por qué mi
familia...por qué a mi...? ¡Esto no es justo..!-Lloraba sin cesar,
hasta que alguien entro en la pequeña casa dañada.-
-La
vida nunca es justa, pero esa no es razón para rendirse.-Dijo
entrando una hermosa mujer alta con el de color pelo azul, tenia un
gran flequillo que le cubrió el ojo derecho, aunque se podía
observar que su ojo lo tenia cubierto con una especie de parche de
metal.-
-El
niño se levanto y miro a la hermosa dama, pero no dijo ni una sola
palabra, siguió mirandola atónito, mientras sus lágrimas caían...-
-¿Ellos...son
tus padres...?- Dijo borrando su sonrisa de la cara.
-El
niño asintió, y sin darse cuenta una de sus lágrimas cayó en su
mano derecha, él apretó con fuerza la mano con angustia y dolor...y
sigilosamente sin que si diera cuenta una rosa apreció en su mano.
El niño abrió su mano dejando caer la rosa junto con sus padres.-
-La dama esbozo una sonrisa, y se acerco un poco al niño.-Mis condolencias...siento que tengas que ver a tus padres en esta condición...- Y ella, con un chasquido, entre en sus finos dedos apareció una rosa delicada de color azul celeste.-
-El
niño asombrado, observo como la señorita dejaba la rosa con sus
padres fallecidos...-
-Antes
de que el niño dijese algo, la dama le dirigió una mirada seria,
pero tranquilizante y dijo estas exactas palabras:
-Me
gustaría que vinieses conmigo...-
-El
niño dirigió su mirada hacia la dama con algo de duda.-
-¿A
donde?
-A
mi escuela..¿Sabes? Soy directora en una escuela para gente especial
como tú.
-¿Perdona?
¿Gente especial? ¿Cómo yo? -Dijo el niño aun más confundido
mirándola la dama con la ceja alzaba .-
-Ah
no.. no me refería a la gente minusválida, si no a gente con toque
especial...ya sabes...con magia.-Dijo sonriendo
-El
niño no dijo nada, se quedo callado con una mirada desconcertante.-
-¿Nunca
habías pensado que eras especial?
-El
niño asintió-
-¿Entonces
vienes?
-El
niño aparto su mirada a hacia sus padres.-
-No
te preocupes, ellos están en un lugar mejor...- Acto seguido
lentamente cerro los párpados de la mujer y el hombre.-Ya nada
te ata aquí ¿no? Ven conmigo estarás en un lugar seguro.
-El
niño asintió algo contento.-
-La
dama le ofreció su delicada mano, el niño la agarro con fuerza y
antes de desaparecer dijo:
-No
es justo, no entiendo porque hicieron esto...-Mientras unas lágrimas
empezaron a correr en su cara sin dejar de cesar..-
-La
vida no es justa...-Repito la Dama con una sonrisa de amargura...-
-La
Dama chasqueo los dedos y se esfumaron, la hermosa dama y el niño ya
no estaban, solo aquellas dos rosas y los padres fallecidos
descansaban en un lugar mejor...-
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